Blanco Weiss según su directora:

“Herminia Luque me confió el texto Blanco Weiss hace unos dos años y medio. Desde que cayó en mis manos el proceso de identificación con algunos de los temas que plantea la obra fue completo.

Blanco Weiss habla de los obstáculos con los que se encontró la pintora Rosario Weiss Zorrilla en la España del siglo XIX para desarrollar una carrera profesional y sobrevivir económicamente de ella. Paradójicamente estos problemas que la pintora tuvo que afrontar no difieren tanto de los que una creadora podría encontrarse hoy en día. Su historia y nuestra puesta en escena abordan los sesgos patriarcales de unas estructuras de poder, muchos de las cuales perduran y extienden sus ecos hasta la actualidad.

Rosario murió con 28 años, sufrió penalidades económicas y vivió uno de los periodos más convulsos de nuestra historia. A pesar de ello, llegó a ser nombrada académica de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, maestra de dibujo de la que pocos meses después se convertiría en Reina de España y dejó un abundante y bellísimo legado pictórico. No obstante, muy pocas son las referencias a sus logros más allá de su vinculación con Goya. Nuestra puesta en escena pretende poner voz a una historia velada, recuperar su trabajo y sobre todo abordar los sesgos patriarcales que marcaron su vida y su muerte”.

Toñi Martín (Directora).

Blanco Weiss trata la accidentada vida y prematura muerte de Rosario Weiss Zorrilla, ahijada de Goya, pintora del siglo XIX y maestra de dibujo de la reina niña Isabel II. Rosario Weiss -fallecida ya- y Amargor, la mujer serpiente traída consigo desde los infiernos, hacen una visita al médico de la familia real, que tiene que redactar el acta de defunción de Rosario. Amargor y Rosario son la partitura de lo femenino. Pero también de lo femenino roto. Juntas son la geometría del desequilibrio en la asimetría del espacio. El médico es la molicie de la corte y a la vez la presencia siniestra y tiránica de los poderosos. Los tres conforman una triada en conflicto continuo, en el que las asimétricas relaciones hombre-mujer y las encarnizadas luchas políticas de nuestra historia más reciente extienden sus ecos hasta la actualidad.